En el plano medioambiental, en un paisaje alterado como el que nos ocupa, la presencia del río, la cola del embalse y la proximidad de las sierras calizas perfilan un contrastado mosaico natural que concentra gran diversidad faunística. En relación a estos diferentes ecosistemas, el grupo de las aves es el gran favorecido. Podremos observar al abundante buitre leonado (Gyps fulvus) y a rapaces como el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) y la lechuza común (Tyto alba). Asociadas al piedemonte destacan el búho real (Bubo bubo) y el escribano montesino (Emberiza cia).
Los amplios campos de cultivos son propensos para el avistamiento de la perdiz roja (Alectoris rufa), la calandria (Melanocorypha calandra), el sisón (Tetrax tetrax), el mochuelo (Athene noctua) y el aguilucho cenizo (Circus pygargus), en franca regresión. En algunas acequias y zúas se ha documentado la presencia de la gallineta (Gallinula chloropus).
En ambientes húmedos y sotos fluviales son habituales el ruiseñor bastardo (Cettia cetti), el carricero común (Acrocephalus scirpaceus), la garcilla bueyera (Bubulcus ibis), la focha común (Fulica atra) y el ánade azulón (Anas platyrhynchos).
Itinerario
ITINERARIO NO SEÑALIZADO NI HOMOLOGADO
Ruta circular, recomendada en primavera u otoño, fácil de realizar, de unos 2 km a recorrer en unos 45 minutos.