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La Grulla común (Grus grus) en la provincia de Málaga

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La Grulla común (Grus grus) en la provincia de Málaga

Llegan en octubre y nos abandonan en febrero

Pocas especies animales tienen un simbolismo tan marcado en diferentes culturas como las grullas y nos evocan de manera especial un sentido de lo salvaje. Entre las cualidades que se le atribuían están la fidelidad, la longevidad, buena fortuna, felicidad, sabiduría…

Descripción

Las grullas son aves grandes, de cuello y patas largas, su estatura está entre 110 y 130 cm. Con una envergadura de algo menos de 250 cm. Su peso oscila entre los 3 y 6 Kg. Vuelan con las patas y cuello estirados. Su plumaje es gris con un diseño blanco y negro en la parte superior del cuello y cabeza. La coronilla, de piel desnuda, es de color rojo intenso en las aves adultas. Las plumas del interior del ala son largas, con las puntas más oscuras y cuelgan a modo de faldas sobre su verdadera cola que es relativamente corta. Las diferencias entre los sexos son poco acentuadas, siendo los machos de mayor tamaño, presentan un diseño facial con extensión del blanco más ancho en las hembras. Las parejas son fieles y mantienen un vínculo permanente durante toda su vida que puede llegar a los 30 o 40 años (43). El iris es de color rojo o amarillo en las aves reproductoras. Las grullas juveniles suelen mostrar un iris oscuro.

Las aves jóvenes carecen de la coloración blanca y negra en la cabeza y el cuello. Su plumaje en general tiene unos tintes parduzcos más acentuados en la cabeza.

Son aves diurnas cuya organización social varía según la época del año. En la época de cría las grullas son territoriales y viven en parejas. El resto del año las grullas son gregarias y se reúnen en grandes grupos. Desde jóvenes deben aprender para mantener la cohesión del grupo cuando van en migración. Las aves dominantes ocupan los mejores lugares de alimentación.

Muchas veces nos percatamos de su presencia por sus cantos: unos trompeteos resonantes que se pueden oír a largas distancias. Constituye una forma de comunicarse en vuelo y mantener cohesionados a los grupos de aves cuando van en migración, cuando se trasladan a sus lugares de alimentación o cuando se reúnen en los lugares donde van a pasar la noche. Tienen un gran repertorio de llamadas que les sirven también para reafirmar el vínculo con la pareja, para defender su territorio de cría, o alertar de un peligro a sus congéneres.

La voz le cambia con la edad. Las aves juveniles emiten un pitido agudo muy diferente al de los adultos por el que podemos percibir que en un bando hay algunas aves de esta edad. Su voz se va modificando a lo largo de su primer año de vida para conseguir en el segundo año parecerse al de los adultos.

Alimentación

Las grullas son omnívoras, lo que significa que se alimentan tanto de vegetales como de animales (invertebrados y pequeños vertebrados).

Durante la migración de primavera y otoño, las grullas se alimentan de 200 a 300 g de gramos por día en promedio. Durante la invernada su dieta es sobre todo vegetariana: cereales, brotes tiernos, leguminosas, aceitunas desechadas, bellotas, rizomas, bulbos y tubérculos silvestres, pero también larvas de insectos, hormigas y cangrejos.

Durante la reproducción alimentan a los pollos con artrópodos, anélidos, gasterópodos, anfibios, reptiles, pequeños mamíferos y aves juveniles.

Hábitat

Durante la reproducción ocupan principalmente humedales con vegetación densa, formaciones boscosas encharcadas, bosques islas, cenagales, turberas o marjales tranquilos y aislados. También pastizales encharcados y a veces en cultivos herbáceos.

Durante la migración e invernada se las ve frecuentando campos abiertos, pastizales, áreas de cultivos de cereales próximos a humedales donde refugiarse, dehesas... Generalmente se alimentan en lugares secos.

Reproducción

Las parejas de grullas adultas regresan a sus territorios de reproducción cada año y tratan de reproducirse anualmente. El comportamiento de cortejo se observa principalmente en las horas de la mañana, suele comenzar unas tres semanas antes de la puesta de huevos. A veces, las grullas muestran un comportamiento de cortejo cuando se detienen en los sitios de parada durante la migración de primavera.

Alcanzan la madurez sexual entre los 3 y los 6 años de vida, aunque generalmente empiezan a reproducirse a partir de los 5 años.

Generalmente ponen 2 huevos, ocasionalmente 3 y raramente 1 ó 4. Inician la incubación con la puesta del primer huevo que es compartida por ambos progenitores: las hembras de noche y machos de día durante 28 a31 días. Durante este periodo se tiñen con barro el dorso y cobertoras del ala de color pardo rojizo para pasar más desapercibidas de los depredadores.

Sus territorios de cría ocupan entre 50 y 400 ha, siendo la separación con nidos vecinos de entre 2 y 5 Km.

El éxito reproductor está asociado a la experiencia de la pareja y a la defensa del territorio de nidificación. Durante este periodo se muestran muy territoriales.

Los pollos son nidífugos, siguen a sus padres desde el segundo día de vida en adelante. Por lo tanto, tienen que alejarse nadando del nido para seguir a los adultos mientras se alimentan en el territorio de reproducción. Las grullas adultas también pueden nadar, pero solo nadan desde y hacia el nido, si los niveles del agua son demasiado profundos para caminar.

Los adultos y sus pollos tienen una estrecha relación durante mucho tiempo. Durante su primera migración, los juveniles vuelan junto con sus padres en grupos familiares. También en grandes bandadas, los miembros de la familia se mantienen muy juntos. El vínculo familiar comenzará a romperse en las áreas de invernada o durante la migración prenupcial. En primavera, a veces los juveniles también regresan de las áreas de cría junto con sus padres y el vínculo familiar terminará, si los adultos comienzan su nueva temporada de reproducción. Las aves juveniles, que se separaron de sus padres en las áreas de invierno, a menudo migran juntas hacia sus áreas de reproducción

Migración

Estas aves realizan desplazamientos anuales de varios miles de kilómetros, que se han podido constatar mediante el marcaje y el seguimiento. Realizan al año dos viajes: al sur, a las zonas donde pasaran el invierno, con el comienzo el otoño y hacia el norte, a sus lugares de cría, al inicio de la primavera. Es un viaje con escalas, en lugares tranquilos donde se concentran por decenas de miles cuando realizan sus paradas migratorias como Hornborga (Suecia), Rügen (Alemania), Hortobargy (Hungría), Lago de Der (Francia) o la Laguna de Gallocanta (España).

Durante sus viajes la altitud media de crucero se sitúa entre los 50 y los 2.000 metros sobre el nivel del mar. Esta altitud depende en gran medida de las condiciones de viento y visibilidad. Sobre los Pirineos, las grullas sobrevuelan altitudes de hasta 3.000 m sobre el nivel del mar. En la India, las grullas invernantes migran a través de cadenas montañosas de hasta 4.600 m sobre el nivel del mar.

La migración la inician las aves de territorios más septentrionales, donde aparecen antes los fenómenos meteorológicos adversos y los días se acortan rápidamente. Este fotoperiodo marca los primeros movimientos y estas aves más norteñas son las que más lejos van a volar y serán las que realizarán un mayor número de kilómetros. Sin embargo, las grullas centroeuropeas suelen viajar una distancia menor e invernan en latitudes más próximas.

Distribución

Actualmente se reproduce por toda la franja septentrional del Paleártico, desde la península escandinava hasta Siberia, alcanzando por el sur Europa central y llegando hasta Mongolia y el norte de Manchuria.

La mayor parte de la población occidental de grullas inverna en el suroeste de Europa, en la península ibérica, Francia, Alemania y una pequeña fracción lo hace en el norte de África (Marruecos, Argelia, Túnez y Libia). En las últimas invernadas se estiman al menos entre 385.000/400.000 las grullas en estos países. En el norte de África podrían hacerlo unas 18.000/20.000 aves aproximadamente, de las cuales en Argelia lo harían, al menos 3.770 ejemplares. En Túnez tampoco existe información reciente pero su población invernante podría estar entre los 3.500 y los 9.000 ejemplares.

Una parte de las grullas de la Rusia europea, finlandesas, bálticas y bielorrusas pasan el invierno en Sudán, Etiopia, Eritrea y en menor número en Turquía, Israel, Iraq y algunas zonas de Irán.

Donde verlas en la provincia

Su principal área de invernada ocupa parte de los términos municipales de Anquera, Sierra de Yeguas, Fuente de Piedra y especialmente Campillos. Aunque algunos años se queda algún grupo familiar o pequeños grupos, que no superan la decena de aves, en el valle del Guadalhorce. Fuera de estas áreas esta especie se observa en sus migraciones, sobre todo, por el frente litoral de la provincia, el valle del Guadalhorce y en las proximidades de algunos de los puertos de montaña del arco calizo.

Es un espectáculo verlas tanto al atardecer como al amanecer cuando llegan o se marchan del lugar que han escogido para pasar la noche. Sus principales dormideros en Málaga suelen establecerse en la laguna de Fuente de Piedra y la laguna dulce de Campillos.

Cuando verlas en nuestra provincia

Las primeras grullas que llegan a nuestra provincia no lo suelen hacer antes del 10 de octubre y generalmente es a partir de la tercera semana de octubre cuando los grupos que llegan se hacen evidentes, aumentado progresivamente su número hasta diciembre con continuas llegadas de aves nuevas. A finales de enero ya empiezan a hacer movimientos pre-migratorios hacia el norte, pero es a partir de la segunda semana de febrero cuando muchas de las aves que han pasado el invierno en Málaga nos abandonan. No es raro observar pequeños grupos de aves inmaduras hasta finales de marzo o principios de abril, pues estas aves que no son aún reproductoras tienen menos urgencia por llegar a sus lugares de nacimiento que los adultos reproductores.

Seguimiento de la especie

La población occidental de grulla común supera las 580.000 aves, está en continuo crecimiento probablemente debido a la protección de la especie así como a la mejora y a la recuperación de los hábitats donde se reproduce.

El grueso de la población reproductora europea occidental se encuentra en Finlandia, países escandinavos, repúblicas bálticas, Polonia y Alemania. La población es más pequeña en países como Chequia, Ucrania y Bielorrusia. En menor cantidad por países del sur del continente, así como por Turquía y Transcaucasia en Asia.

Alemania: En los últimos 12 años la población total se ha incrementado en un 60%. Esto equivale a un 5% anual. En el año 1993 había sólo de 1.600 a 1.900 parejas reproductoras en Alemania. En 2008, la población llegó a casi 7000 parejas y aumentó aún más a más de 9000 parejas reproductoras en 2015, posiblemente gracias a las medidas de protección, la regeneración y recuperación de antiguos humedales y graveras abandonadas.

Casos de colonización reciente

Reino Unido 1979 en Norfolk (Buxton, 1987), después de 400 años. Tienen un programa de reintroducción en Somerset. Francia desde 1985 (donde se extinguieron en el siglo XIX). Países Bajos, Bélgica e Irlanda en 2021.

En España fue reproductor frecuente en las marismas del Guadalquivir y la laguna de la Janda hasta finales del s.XIX y comienzos del s. XX. En las marismas fueron extinguidas a finales del siglo XIX (Arevalo, 1887), mientras en la laguna de la Janda aún se reproducían 40 parejas siendo extinguida a nivel local e ibérico a mediados del s.XX (Bernis,1966) cuando crio la última pareja en 1954. En 2017 fue observado un pollo cerca de las marismas del Guadalquivir, la pareja reproductora procedía de la reserva de aves “La Cañada de los Pájaros”. En 2018 la pareja no produjo ningún pollo y en 2019 fuerón 2 las parejas que realizaron puesta.

Para conocer su tamaño poblacional durante la invernada en España se vienen realizando censos desde 1979, pero no tuvieron una periodicidad fija. En 2007 se censaron 151.423 grullas.

En 2013 la asociación conservacionista Grus Extremadura asumió la coordinación de un censo ibérico anual durante el periodo de invernada realizando dos conteos uno en diciembre y otro en enero. Recogiendo también la información de todas las observaciones de grullas durante las migraciones sobre territorio español, la productividad de la especie y la procedencia de las aves invernantes. Combinando una metodología doble: censos en dormidero y censos en las zonas de alimentación.

Alguno de los últimos años la población invernante en la península ibérica ha alcanzado la cifra de 280.000 aves. Invernando de medía en Andalucía entre 15.000 y 17.000 aves de las cuales en torno a 2000 lo hacen en Málaga, lo que supone un 1% de las aves invernantes en España.

Durante el seguimiento también se toma información de grupos en alimentación para registrar el porcentaje de aves jóvenes y poder calcular la productividad cada año. Estor porcentajes fluctúan fuertemente de un año a otro y entre diferentes regiones. Analizando también la composición de los grupos familiares observados ya sean acompañados con uno, dos o tres juveniles se obtiene información de la productividad media por pareja que se suele comparar entre años.

Las grullas que llegan a nuestra provincia proceden de su área de distribución occidental más lejana, quedándose las aves de procedencia centro europea algo más al norte para pasar el invierno. La mayoría de las grullas que portaban anillas con código de colores que se han observado en nuestra provincia proceden de Finlandia, Noruega, Estonia y Polonia.

Si quieres conocer más curiosidades sobre las grullas puedes consultar estos vínculos en internet.

Seguimiento de la grulla común en la península ibérica: https://www.grusextremadura.org/

Seguimiento y conservación de grulla común en Alemania: https://www.kraniche.de/en/

International Crane Foundation: https://savingcranes.org/

Javier Fregenal Díaz